Hoy ha tenido lugar en Gløshaugen una conferencia protagonizada por Patrick J. Hayes a la que estoy muy contento de haber podido asistir.
En la conferencia, Patrick ofreció tres razones por las que rechazaba el test de Turing como mecanismo para determinar la existencia de inteligencia o no en una “máquina”:
- Mala definición del experimento: Según el método científico, se debería enunciar una hipótesis para posteriormente deducirla a partir de consecuencias observables. Sin embargo el test de Turing se centra en demostrar que una máquina no es capaz de pensar cuando no supera el test, mientras el hecho de que la máquina supere el test plantea cuestiones sin resolver.
- La máquina desde el principio debe estar diseñada para mentir , con lo que, por ejemplo, debe ocultarle al interrogador su alta capacidad de cálculo numérico o la velocidad de escritura. En ese aspecto, no parece razonable afirmar que la máquina puede hacer algo más que simular inteligencia.
- Cualquier experimento debe ser reproducible de manera objetiva en cualquier situación, sin embargo en este caso el resultado del experimento depende en gran medida de la cultura del interrogador, de su procedencia, personalidad, etc…
Tras esto, propuso una alternativa a la definición de IA, como “Inteligencia Amplificada” (manteniendo el acrónimo) desde un punto de vista más práctico, donde la máquina supone una prótesis cognitiva que extiende la inteligencia humana de la misma manera que unas gafas extienden la capacidad de visión. Según Patrick, Deep blue no fué quien derrotó a Garri Kasparov, sino el hombre que había sentado en la silla escribiendo en la terminal los movimientos en cada jugada.
También remarcó que “cuando algo funciona correctamente, automáticamente deja de ser IA, para convertirse en un simple algoritmo”, dando un claro ejemplo de lo que se consideraba Inteligencia Artificial a mediados de los años 50, cuando John Bakus propuso a la IBM una forma de convertir un lenguaje de alto nivel (FORTRAN) en lenguaje entendible por la máquina de manera automática.
Sin ninguna duda, esta conferencia ha sido altamente enriquecedora, aunque personalmente considero que la definición del test de Turing es un concepto de lo más valioso aún 50 años después de ser expuesto. Google, incluso, lo sabe bien desde el mismo momento en que pretende desarrollar una máquina que supera dicho Test. ¿Qué objetivo puede querer conseguir Google con esto?, ¿Conquistar el mundo?, según Patrick, conquistar el mundo es una obcecación exclusivamente Estadounidense … pero… Google no, el mundo ya lo tienen, ahora mismo están con la Luna. El objetivo real puede ser más sencillo que todo eso, por ejemplo, intentar sentar en la silla del interrogador a la “máquina inteligente” para detectar si un correo electrónico ha sido enviado por un ser humano o por otra “máquina menos inteligente” que solo sabe escribir SPAM.